Aunque puede que esto no fuera así en los primeros tiempos, en el contexto actual diseñar productos más sostenibles y responsables se ha convertido en algo natural y probablemente será una obligación en el futuro. Los tiempos están cambiando, y no podemos sino alegrarnos. Pero no nos equivoquemos: esto implicará necesariamente una nueva visión de la telefonía.
Se trata de rechazar definitivamente un modelo basado en el individualismo tecnológico en favor de las necesidades de nuestros usuarios y teniendo en cuenta a todas las partes interesadas de nuestra cadena de valor. Esto no es solo lo que nos hace diferentes, sino también lo que sustenta nuestro compromiso.
Pensar con originalidad ha sido la clave de nuestro éxito y nos ha llevado a un rápido crecimiento. Tanto es así que hemos tenido que trasladar nuestra sede cuatro veces para dar cabida a los nuevos empleados. Desde el lanzamiento de nuestros primeros terminales, ya hemos vendido más de 3 millones y estamos presentes en 16 países. Aunque la vocación inicial de Crosscall era hacer accesible la sostenibilidad al público en general, también estamos muy orgullosos de haber sido elegidos por la SNCF, la Policía, la Gendarmería e incluso hospitales para equipar a su personal en condiciones de uso que exigen mucho a los equipos.
Crosscall se ha convertido en una empresa de tamaño intermedio (ETI) con casi 200 empleados, que ha obtenido fondos en varias ocasiones, garantizando al mismo tiempo que su capital siga siendo 100% francés y que sus empleados participen en ella. Fieles a nuestro ADN, recientemente hemos decidido ofrecer una garantía de hardware de 5 años en los productos de la generación 5, algo único en el sector de la telefonía. En línea con la nueva normativa que obliga a los fabricantes a mostrar el nivel de reparabilidad de sus productos, nuestros últimos modelos no sólo han obtenido las mejores notas del mercado, sino que además nos comprometemos a garantizar la disponibilidad de sus componentes durante 10 años.